De todo lo que podríamos haber dicho sobre nada.
Ahora el silencio es más leve,
hemos terminado por no hablarnos.
Ni siquiera los teléfonos quieren
oír el sonido al comunicar.
Ahora la noche es más holgada,
tus jerséis en la silla se aburren.
Ni siquiera la esencia, tu calor
último aire. Sé del giro y la voz.
Hemos amado mucho y bastante mal.
Arrogantes, siempre disponibles a
un mensaje de distancia y, ¿ahora?
Ni siquiera una urgencia, tonterías.
Del número que palpitaba con luz
Sólo oye: Cuídate. Adiós, luv.
*

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